Quizá no sea tan desacertado decir que "El auto de
papá" es el fin de la dictadura en Argentina.
*
Pienso en el paseo, la torta, la familia. Reduzco la canción
a una operación de vanguardia, resistencia: "no me importa / porque llevo
torta". La fealdad es lo que no importa; con la fealdad se viaja para
dejar atrás el horror.
*
Pero lo pienso nuevamente, entonces, y acierto: el viajar
sucede en la fealdad del transporte. Es imposible deshacerse del horror,
de la angustia. El hombre sabe de su alma cuando sufre; en la felicidad no hay
alma, hay un salirse de sí: viajar sobre lo feo, como motorizar la huida, como
encarcelarse en la épica.
*
Diría: el horror es el medio de transporte feo. No se huye
dentro del alma. El alma transporta el sufrimiento propio a otro lado. Está
bien huir. Está bien regresar con otros horrores. "No me importa", es
digestiva el alma cuando encuentra que también en ella existe el
canibalismo.
*
Pipo Pescador escribió "El auto de papá" en 1982.
Todavía estamos comiendo torta.
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